Sicer cumple 30 años

Ya han pasado treinta años desde que en 1993 Sicer, la histórica fábrica de pinturas cerámicas, fundara su sede dedicándose principalmente a los productos de tercera cocción, demostrando ya entonces la voluntad de crecer hasta convertirse en un referente internacional. A lo largo de los años, el desarrollo empresarial ha seguido, de hecho, un proceso lineal y constante, caracterizado por adquisiciones y la apertura de oficinas en todo el mundo.

El primer punto de inflexión se produjo en 2001 cuando Sicer se hizo cargo del Colorificio Torriana en Rimini y lo convirtió en su principal planta de producción. A partir de ese momento se expande con sucursales en España, Indonesia y México, luego en India en 2019, hasta la última apertura, justo este año, en Estados Unidos.

Pero fue en 2015, con la entrada de un grupo de inversores, cuando Sicer dio el verdadero salto en el proceso de internacionalización. Gracias al profundo rediseño de los procesos de la compañía, se fortalece el portafolio de productos para la industria cerámica y la presencia en todos los principales distritos cerámicos del mundo.

Una realidad en constante evolución, certificada por TÜV y ESG, Sicer es hoy reconocida y apreciada por los principales grupos cerámicos mundiales por su oferta de calidad dentro de la que destacan productos de excelencia, como los granos técnicos de la serie GHR y GRA DRY-LUX para Superficies espejadas y no espejadas.

Incluso hoy, la planta de Torriana (20 mil metros cuadrados de superficie) sigue siendo el principal sitio de producción del grupo e incluye plantas y tecnologías de última generación que son estratégicas para una producción enteramente hecha en Italia.